
Meira fue recogida para esterilizar y su cuidadora nos pidió que no la devolviéramos porque estaba en una zona muy mala, vivía en muy malas condiciones y los vecinos maltrataban a los gatos. Fuimos a comprobarlo in situ y tuvimos claro que la gatiña no podia volver allí.
Meira es una gata muy buena, se deja coger en el colo, le gustan los mimitos y se lleva muy bien con los demás gatos. Tiene un poco de miedo, pero nada que con un poco de paciencia no deje atrás.