
A Blacky lo cogieron en principio, para castrar y devolver a su colonia, pero no tenía buen aspecto, así que le hicimos unas analíticas que detectaron un fallo renal importante.
No teníamos nada claro que aguantara mucho más, pero casi dos años después, sigue con nosotros y así de bien!
Blacky llegó bastante «enfadado» pero no le duró mucho 🙂 Aún es un pelín huidizo, pero si lo pillas tranquilo en una camita, le encanta que lo acaricies!
Si quieres adoptarlo, por favor, escríbenos al correo adoptaproyectogato@gmail.com