
Estai era, cuando llegó en 2011, extremadamente nerviosa, huidiza, desconfiada; de las que botan y jabean por la paredes. En menos de un año, ya se dejaba coger en el regazo, ronroneaba y la podías tocar en el suelo. Todavía tiene momentos en los que se asusta y escapa, pero cada vez son menos frecuentes. Es juguetona y muy mamá con sus compañeros; de las que los lametea y los deja bien lucidos 🙂
Amadrinada por Angeles Mera 🙂