Rande, bautizado así por ser de donde se recogió, llegó a nosotros tras un aviso.
Estaba muy acatarrado y sus analíticas eran muy malas y, aunque sigue estando delicado, lo cierto es que se ha puesto bastante guapetón 🙂
Es un tontorrón que de primeras se enfada si intentas tocarlo, pero que sin embargo, en cuanto le tocas el lomito, aunque se hace el indiferente, no puede evitar quedarse quieto para recibir más.
Apadrinado por Begoña Fernández 🙂