Gapi fue recogida tras ser atropellada a finales de 2018 en la Carretera Provincial. Se había roto el paladar, el fémur, sufría incontinencia y además hubo que colocarle un anclaje en la mandíbula. El hierro de la mandíbula ya se retiró y la única secuela que sufre es que no tiene sensibilidad en la cola, la tiene colgada y no puede moverla pero no supone ningún problema para su vida normal 🙂
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