Nuestra ciudad

Una gran parte de los gatos callejeros proceden de gatos domésticos que se han perdido o han sido abandonados y se han adaptado a vivir en lugares como rocas, edificios abandonados, almacenes, fábricas, callejones, etc. No se trata de animales totalmente salvajes, puesto que dependen de la gente para su subsistencia. Muy pocos gatos callejeros subsisten únicamente de lo que cazan.

Los gatos ayudan a mantener el equilibrio ecológico con su valiosa labor como controladores de plagas de roedores. Además, adoptan un encanto más para la ciudad. No se trata de sacarlos de su hábitat, a no ser que sea necesario por razones que lo justifiquen, sino de mejorar sus condiciones de vida.

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Situación Actual

En los últimos años, Vigo creció muy deprisa, edificándose en fincas habitadas por colonias de gatos, quedando así fuera de su hábitat, desparramados, atrapados… con un destino realmente cruel: muerte por inanición, dolencias, atropellos, agresiones…

Los principales asentamientos de gatos se encuentran en el área metropolitana de Vigo, sin olvidar las colonias localizadas en parroquias como Bembrive o Valadares.

La población de gatos callejeros en nuestra ciudad se acerca a unos 2.800 individuos, por lo que no sería una solución factible o ideal llevarlos a todos a un refugio. Cierto es que en un refugio tienen acogida y alimento, y que están bajo continua atención, pero no viven en libertad. Por muy grande que fuera su extensión, contarían con un espacio individual mínimo e insuficiente. La solución no está en retirar las colonias de las calles, puesto que está demostrado que al poco tiempo hay que realizar otra vez la misma tarea, sino en evitar la superpoblación mediante la esterilización frente al sacrificio masivo e inhumano, impropio e impensable en sociedades avanzadas como la europea.

Privar de alimento a los gatos es también un método totalmente ineficaz y cruel.

El procedimiento de capturar-esterilizar-liberar, ha sido hasta ahora el único método eficaz para controlar el crecimiento de la población de gatos callejeros en muchas ciudades estadounidenses (Nueva York, San Diego, San Francisco, Houston, Miami…) y en países europeos como Alemania, Italia, Holanda… Sólo la esterilización del 100% de la colonia lleva la un descenso gradual de la población. Además, los ciudadanos están cada vez mas sensibilizados con el problema y son mas receptivos a métodos compasivos. Si saben que los animales serán liberados nuevamente y controlados sanitariamente y no sacrificados, será mas fácil movilizar voluntarios en número suficiente para, correctamente organizados, poder llevar el control de nuestras colonias gatunas. El hedor, las peleas y las miañadas nocturnas de los gatos, perturban el descanso de muchos vecinos, y la suciedad provocada por una colaboración mal entendida de personas que les echan comida desde las ventanas, son hechos que generan una actitud negativa y conflictos en las parroquias.