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Boli

Boli era una gatiña que recogimos para esterilizar y amputar las orejas por carcinoma pero, en la finca que frecuentaba, tenía problemas de convivencia con los gatos propios, así que tuvo que quedarse en el refugio.

Era una gata super amorosa, juguetona, que buscaba constantemente el mimo de la gente. El carcinoma, con la operación, estuvo controlado, pero por desgracia era positiva a leucemia felina, lo que complicaba que alguien se anime a adoptarla. Sin embargo, eso no había impedido que su padrino Gael Barros Iglesias la colmara de mimos y regalos cada vez que iba al refugio.